Recientemente he leído en diferentes publicaciones que el Sr. Enrique Ortiz ha recibido del Hércules Club de Fútbol la distinción más distinguida que la entidad que tanto queremos puede dar a una persona, la insignia de oro y brillantes del club. No voy a entrar a opinar sobre el merecimiento o no de tal insignia, pues eso nos llevaría muchos párrafos para analizar en estos años los logros y fracasos del empresario alicantino, personalmente me quedo con lo bueno que hemos conseguido con él.
Quien les escribe, el “Doctor Maligno” como me conocen algunos y otros simplemente como “Rafa” (Que suena mejor, permitirme que exprese una sonrisa mientras escribo) le va a entregar la insignia de oro y brillantes a estos señores;
En efecto, las realice desde la grada de preferente del estadio José Rico Pérez hace ya casi una década (En la primera imagen tribuna, fondo sur y fondo norte respectivamente) aquel partido era un HÉRCULES-BARCELONA B (2B etapa de Juan Carlos Mandiá el año del ascenso a 2ª), por aquel entonces deambulábamos por 2b nada más y nada menos que seis largas, penosas y angustiosas temporadas. En aquel entonces sufrimos “TODOS” aquellas tardes de insulso fútbol, desprecios y esa sensación extraña de no saber que nos depararía el futuro futbolísticamente hablando.
Como pueden deducir por aquel entonces la masa social blanquiazul, casigada por los resultados deportivos y sufridora como ninguna estaba muy desgastada la media de entrada entre los 4.500 o 5.000 espectadores cada domingo, para la segunda “b” todo un éxito recuerdo a jugadores rivales y del Hércules de aquellos años en 2b como; Gallego, Camacho, Montava que afirmaban en diversas entrevistas no estar acostumbrados a jugar habitualmente con tanto público. Hoy en día la masa social blanquiazul se dice que ronda los 15.000 espectadores (Digo eso de “se dice” al no existir datos oficiales”), a estos nuevos abonados o que asisten regularmente al Hércules (Digo que asisten al Hércules porque yo no voy al fútbol, voy al Hércules) les digo eso de ¡¡¡bienvenidos!!! y los recibo con los brazos abiertos deseando que se empapen de todo el herculanismo y sean “incondicionales” del Hércules de porvida porque eso hará un Hércules más grande, el herculanismo de uno no se mide por su antigüedad del abono si no porque el sentimiento que le ligue al Hércules y eso lo sabe cada uno de nosotros, nadie puede juzgarlo.
Con todo el respeto para la masa social blanquiazul, a esos 4.500 ó 5.000 herculanos les hago en este blog entrega simbólica de la “insignia de oro y brillantes del Hércules Club de Fútbol” sin estos incondicionales el Hércules C.F. hoy no estaría en primera, su escudo sería otro, su nombre posiblemente también y quien sabe si estaría fusionado o no con otra entidad… El Hércules C.F como institución (No como Sociedad Anónima) le debe agradecimiento al Sr. Enrique Ortiz pero con permiso de este último creo que sin la afición el Hércules C.F. actual no sería lo mismo, todos sabemos que el Hércules de hoy sería otro.
¡¡¡¡GRACIAS!!!! A los que estuvisteis ahí en esos momentos porque gracias a nosotros (Perdonar que me incluya) el Hércules de hoy es lo que es, el mismo que animaba nuestros abuelos, tíos, padres el de siempre. Algunos ya no estáis con nosotros pero donde estéis recibir ese fuerte abrazo que os quiero transmitir con estas breves líneas.
Enhorabuena a todos por la distinción y por seguir ahí día a día.
